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Antoni Pascual, nuevo responsable de Vies i Obres en el Consell de Mallorca, quiere incrementar de 500 a 800 millones de pesetas la partida presupuestaria anual para eliminar los «puntos negros» de la red de carreteras secundarias de la Isla. El Consell prevé destinar esta partida en el 2000 al margen del presupuesto que llegue el próximo año cuando se transfieran las competencias de carreteras.

Pascual explicó ayer a este diario que la previsión es que en abril se produzcan las transferencias del Govern al Consell en materia de carreteras. Hasta que llegue ese momento, Consell y Govern harán sus propias previsiones presupuestarias para el 2000 y no variarán con el traspaso. El Consell mantendrá los proyectos que apruebe el Govern. «El objetivo es que no se paralice nada mientras no se produzca el traspaso».

Aseguró que será en el 2001 cuando se realicen proyectos a partir de una visión global de la red viaria de Mallorca, y se mostró convencido de que la mejora de carreteras secundarias servirá para descongestionar vías de primer orden. «Un ejemplo es la carretera de Sineu. Ahora no se usa mucho, pero si se arreglase daría más fluidez a otras carreteras», aseguró.

El responsable de Vies i Obres del CIM también concretó que el organismo insular no asumirá la gestión del convenio de carreteras: «Las carreteras pasarán a ser competencia del Consell cuando hayan sido objeto de reforma. Entonces nos haremos cargo de su mantenimiento».