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Los vecinos de los zonas colindantes con la depuradora de Pollença participarán en el seguimiento de las obras y procesos de depuración que se realicen en la misma, según explicaron ayer la alcaldesa, Francisca Ramon y el concejal de Medio Ambiente, Biel Cerdà.

El vertido de aguas sucias desde la depuradora al torrente levantó el pasado sábado las quejas de los vecinos, que han venido padeciendo en los últimos años molestias por los procesos de depuración. El delegado de Medio Ambiente explicó: «Entendemos que están padeciendo molestias y malos olores pero buscamos una solución». «Hemos acordado la creación de una comisión de seguimiento del funcionamiento de la depuradora en la que habrá dos representantes vecinales», agregó el edil.

La alcaldesa explicó que se pretende «que los vecinos estén informados porque hace casi veinte años que padecen las consecuencias de procesos deficientes de depuración que el Ibasan está tratando de reparar». Precisamente se acaban de adjudicar una obras de mejora de la depuradora por 18 millones de pesetas y el próximo lunes se adjudicará una nueva inversión de 30 millones.