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La polémica urbanización de la zona costera de ses Covetes vuelve a estar de actualidad a causa del carácter provisional de la ejecución de una sentencia dictada día 3 de febrero de 1998 por parte del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) y que ahora, dos años después, ha sido acatada por el Ajuntament.

El TSJB dictaminó en 1998 que el Ajuntament de Campos tenía que estudiar el recurso contencioso administrativo interpuesto por GOB y PSM en junio de 1994 al considerar que el equipo de gobierno únicamente había tenido en cuenta la forma y no el fondo de la cuestión.

El Ajuntament de Campos aprobó, en el pleno celebrado la noche del pasado jueves, acatar en parte el cumplimiento provisional de esta sentencia, que fue recurrida en su día por el propio Consistorio ante el Tribunal Supremo.

El equipo conservador ha decidido marcarse un plazo de tres meses para estudiar el recurso del GOB y PSM contra la concesión de la licencia. Una vez estudiado el recurso, la Comisión de Gobierno decidirá si acepta o no los argumentos presentados en su día por ecologistas y nacionalistas.

Joan Juan Pons, portavoz del PSM, criticó que «la provisionalidad de esta ejecución no sólo implica que la paralización del complejo urbanístico no sea definitiva, sino que el equipo de gobierno y la promotora podrían reiniciar las obras en cualquier momento». Las críticas del PSM radican en el hecho de que la sentencia no haya sido ejecutada directamente ya que según Joan Juan «este hecho comportará que el caso Covetes se alargue más de lo que se esperaba». En este sentido, el portavoz del PSM explicó que Pere Sampol ya manifestó en su momento que este caso podría durar 15 años en los tribunales.