Los jóvenes realizaron visitas culturales, a pesar de la resaca de los conciertos del sábado.

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Un almuerzo multitudinario puso ayer fin a dos días de reivindicaciones juveniles. La lucha por conservar la cultura, tradiciones y lengua catalanas agrupó este fin de semana a dos millares de jóvenes alrededor de las murallas de Pollença. El «Acampallengua» se convierte en su tercera edición en una iniciativa exportable. No sólo congregó a jóvenes mallorquines sino que hubo menorquines, ibicencos, catalanes, aragoneses y valencianos que dejaron por un fin de semana sus reivindicaciones locales para agruparse en torno a un único lema común.

La resaca de los conciertos del sábado no pudo ayer con los jóvenes que se levantaron bien de mañana para participar de las distintas actividades del «Acampallengua». Hubo aeróbic, voleibol, fútbol, una demostración de skate y, cómo no, en el ámbito más cultural, la presentación del libro «Poetes de Mallorca per la llengua» y la representación por parte de Ben Amics de la obra «Teatre Fantasma i Jazz fb».

Jóvenes procedentes de Mallorca, Eivissa, Valencia, Alicante y la franja de Ponent debatieron a partir de las diez y media de la mañana sobre los problemas comunes que afectan a los jóvenes que trabajan día a día por normalizar su situación lingüística desde sus hogares. Todos ellos coincidieron en resaltar el éxito de las jornadas que «vuelven a demostrar la capacidad de los mallorquines para movilizar a todo el pueblo» y anticiparon la idea de exportar el «Acampallengua» hasta sus distintas localidades de origen.

El alcalde de Alcúdia, Miquel Ferrer, abrió el coloquio «La llengua als Països Catalans» dando la «enhorabuena a todos los jóvenes que, a pesar de este fin de semana cargado de actividades, están aquí a las diez y media para seguir trabajando», pero recordó que «lo difícil vendrá después, cuando tengamos que demostrar en el día a día que este país tiene su propia identidad».