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CATALINA MESTRE La sequía que este año ha afectado la Isla ha provocado graves daños en el sector ganadero de las comarcas de es Pla y Migjorn. La falta de alimento para los animales ha hecho que muchos payeses se vean obligados a vender sus animales a otras fincas o a los mataderos a precios ridículos, sólo mil pesetas por animal, mientras que en años anteriores se llegaron a vender a 10 mil pesetas.

Un total de 300 ovejas de diferentes fincas de Llucmajor se han tenido que vender tanto a granjas de la Isla como a algunas de la Península a precios que oscilan entre las mil y las cuatro mil pesetas. «Hay muchos ganaderos a los que no les importa vender el ganado a cualquier precio. De momento, hay siete propietarios que buscan comprador para sus rebaños ya que se ven incapaces de mantenerlos», afirma Gabriel Mas, presidente de la Cooperativa Agrícola de Llucmajor.

A causa de la adversidad climatológica, los payeses no han obtenido el rendimiento que esperaban de su ganado, ya que han tenido que comprar el alimento a precios elevadísimos y, a la hora de vender, el negocio no les resulta rentable. Los ganaderos afectados han declarado que si dentro de la primera quincena de este mes no reciben las ayudas necesarias para alimentar a sus animales, las muertes y los sacrificios del ganado se generalizarán en todas las explotaciones ganaderas de la mayor parte de la Isla. Las granjas más afectadas por esta situación son las de la ganadería extensiva de Llucmajor donde algunos animales han muerto de hambre.