La fábrica Polivas está situada en la carretera de Inca, accediendo al núcleo urbano desde la rotonda de Consell.

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La fábrica Polivas de Consell podría cerrar sus puertas próximamente. Una sentencia del Tribunal Supremo confirmó el pasado mes la ilegalidad de la licencia municipal de actividades concedida a la fábrica de polietileno Polivas, ubicada en el término municipal de Consell desde los años noventa.

El Tribunal ha dado la razón al partido socialista de Mallorca. La licencia de actividades incumple los requisitos que exige el reglamento de actividades nocivas y peligrosas que establece una separación mínima de estas empresas respecto al núcleo urbano de 2 kilómetros.

Sobre el Ajuntament reacae ahora la responsabilidad del cierre de las instalaciones abiertas en el año 1991. El alcalde, Joan Bibiloni, ha anunciado que si el Govern le ordena decretar el cierre de la fábrica lo hará, pero asegura que exigirá que se revisen todas las licencias concedidas en las mismas fechas a otras empresas ubicadas en municipios de las Islas.

Bibiloni considera que ha habido una «persecución política» e insinúa que la campaña de denuncias emprendida por el PSOE en el periodo preelectoral de 1991 sirvió para desviar la atención sobre la ubicación de empresas contaminantes en el casco urbano de municipios vecinos en los que mandaban alcaldes socialistas.

Catorce familias de Consell dependen de los salarios de los trabajadores de esta fábrica, cuyo futuro es todavía incierto, según ha explicado el batle Bibiloni.

El alcalde está convencido de que la fábrica no es contaminante e insiste en la idea de que en las instalaciones no se fabrica polietileno sino que se utiliza este material para modelar tarteras y otros utensilios. Sin embargo, desde que se iniciaron los trámites judiciales todas las sentencias han dado la razón a los socialistas.