La Guardia Civil recomendó ayer el cierre de una tramo de la playa
de Can Picafort después de que una avería en la estación impulsora
provocara el vertido de aguas fecales al mar.
Alrededor de la una del mediodía de ayer, la Cruz Roja avisó a
la Policía Local de que un reguero de aguas sucias invadía la playa
a la altura del hotel Gran Bahía. Hora y media después la avería
quedó reparada, pero el Seprona recomendó mantener a los niños
alejados del agua para evitar posibles intoxicaciones.
El delegado de Can Picafort, Félix Estelrich, se desplazó hasta
la zona y explicó que pedirá responsabilidades al Ibasan. Estelrich
dijo: «Siempre estamos igual. Lo que no es normal es que no exista
un chivato que salte en sus instalaciones cuando hay una avería y
tengamos que esperar a que las aguas lleguen a la playa». El
delegado de Can Picafort reclama además que se instale una
alternadora en el lugar para que la estación impulsora pueda
continuar bombeando agua hacia la depuradora si hay un problema
eléctrico.
En esta ocasión, la avería se debió a un fallo en las boyas de
la estación que impide la salida de líquidos cuando las tuberías
están saturadas. Los técnicos municipales fueron los primeros en
llegar al lugar y subsanar las deficiencias, a pesar de que las
instalaciones dependen directamente del Ibasan. El concejal
delegado de Can Picafort, Félix Estelrich, se quejó del
mantenimiento que lleva a cabo la empresa Searsa.
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