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La carretera entre Inca y Alcúdia está soportando este verano un tráfico diario de 18.000 vehículos, cifra que se dispara los lunes y los viernes en que se llegan a contabilizar casi 25.000 desplazamientos en esta vía cada día. Estas cifras, según la Conselleria d'Obres Públiques, representan un aumento del tráfico del 4 por ciento respecto a 1998.

«A pesar de la creencia popular, los sábados y los domingos no se produce ningún aumento de la intensidad del tráfico, lo único que pasa que en ciertas franjas horarias muchos vehículos usan la misma vía y se producen los atascos», asegura un técnico de Obres Públiques. Esta intensidad del tráfico está provocando que los usuarios, a ciertas horas del día, dupliquen el tiempo medio en realizar un viaje. Por ejemplo, ir de sa Pobla a Inca se tarda normalmente unos 15 minutos, pero a ciertas horas se pasa la media hora.

Además, las altas temperaturas que se registran estos días acrecientan el nerviosismo de los conductores y aumenta el riesgo de accidentes. Otra de las dificultades que presenta esta carretera son los accesos desde las distintas poblaciones intermedias o desde los caminos vecinales. Incorporarse a esta vía desde Inca, Campanet o Búger, por ejemplo, se convierte en una «misión imposible». Se forman numerosas colas de automóviles a las salidas de estos municipios que en ocasiones superan los veinte vehículos.