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Un año más, los habitantes del pueblo de Sant Joan se volcaron ayer en la popular y tradicional Festa del Botifarró. Un gran número de actividades amenizaron la jornada, que empezó al mediodía y terminó bien entrada la noche.

Bajo la organización de la asociación de comerciantes y empresarios de Sant Joan, la Festa del Botifarró es una celebración que da a conocer uno de los productos más característicos de este pueblo, como son los embutidos y, en especial, los botifarrones y las sobrasadas, que son de una gran calidad.

Los participantes de la fiesta pudieron saborear estos productos, además de lomo de cerdo que se asaba en las parrillas de leña que se dispuso en la plaza Constitució para celebrar la tradicional torrada.

Durante la jornada, los asistentes pudieron contemplar la actuación de la Colla de Castellers Al·lots de Llevant, que alzaron torres humanas. Los xeremiers i els dimonis también formaron parte de la fiesta, así como la agrupación local de ball de bot, Aires de Pagesia y el grupo musical Carrutxa, que amenizó el baile.

La primera Festa del Botifarró fue organizada por la Penya Motorista en 1966 y en 1968 fue declarada de interés turístico. En 1991 desapareció pero en 1996 los comerciantes la recobraron.