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La Conselleria d'Agricultura está elaborando un plan específico de mejora de la comercialización de la carne de oveja para intentar reducir las pérdidas económicas que va a provocar en el sector la enfermedad ovina de la «lengua azul».

La elaboración de este plan, que también incluye medidas colaterales como la creación de comederos comunitarios, incluye campañas de información de cara al consumidor sobre la marca y los indicadores de calidad de este tipo de carne. Estas iniciativas, según reconoció el conseller d'Agricultura, Mateu Morro, se están empezando a definir en estos días ya que, hasta el momento, todo el esfuerzo de los técnicos de la Administración autonómica estaban dirigidos a controlar el brote vírico, localizado en la comarca de Llevant de Mallorca y en Menorca.

En lo que respecta a las explotaciones afectadas a día de ayer, en Mallorca, la Conselleria reconoce 200 casos pero no porque la enfermedad se haya extendido sino porque, hasta el momento, las actas estaban en manos de los veterinarios y ha sido tras la labor de centralización de datos que ha aumentado la cifra.

En el día de ayer el Servicio de Sanidad Animal se puso en contacto con el Ministerio de Agricultura y Pesca para intentar agilizar la llegada de las vacunas y, desde Madrid, se les aseguró que ya han salido de Sudáfrica. Así las cosas, Morro espera que lleguen el viernes o el sábado a la Isla para poner en marcha a los equipos de veterinarios. El conseller d'Agricultura aseguró que su departamento pondrá en marcha todas las medidas «que sean necesarias» y garantizó a los afectados que recibirán las subvenciones por sacrificar a sus animales.