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El alcalde de Inca, Pere Rotger, anunció en el transcurso del pleno celebrado ayer que «en el presupuesto del 2001 habrá una partida destinada a la creación de un museo de artes gráficas y del zapato». Con esta afirmación, el alcalde salió al paso de las críticas del grupo municipal socialista que exigía en una de sus mociones «la adecuación de un lugar digno para depositar la imprenta y el material bibliográfico de mossèn Alcover».

Según denunciaron los socialistas, la herencia de Alcover está «guardada en malas condiciones en una cochera del cuartel general Luque». Frente a estas críticas, el alcalde aseguró que «las piezas y material de la imprenta están cien veces mejor de lo que estaban cuando las fuimos a recoger». No obstante, se comprometió a visitar de nuevo las dependencias donde se encuentran almacenadas porque, dijo, «hace tiempo que no me paso por allí».

El alcalde se mostró partidario de mejorar en lo que se pueda las actuales instalaciones, en lugar de buscar otro espacio donde guardar el material hasta que se construya el museo, y aseguró que «ya se han iniciado contactos con una empresa catalana para la redacción del anteproyecto del futuro museo».

Por otra parte, en el mismo pleno, se aprobó el acuerdo de obligar a reducir la publicidad vertical de un conocido restaurante de comida rápida situado al lado de la carretera de Alcúdia, hasta los 18 metros.