Las tradicionales vasijas de barro realizadas por los artesanos de Marratxí no podían faltar en la Fira. Foto: PERE BOTA

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GAM Alrededor de 20.000 personas visitaron ayer la V edición de la Fira de Tardor de Marratxí. Este año, la feria contó con 148 puestos de venta ubicados en Sant Marçal, a los que se sumaron otros 32 de la Fira Alternativa, con expositores relacionados con energías renovables, naturaleza, salud y solidaridad. En esta edición, se recurrió más a la venta de comida ecológica o vegetariana para la recaudación de fondos con fines solidarios.

No podía faltar la muestra de animales, aunque este año se ha visto reducida por la enfermedad de la «lengua azul» que afecta a las ovejas de la Isla. Aun así, fue muy concurrida, destacando las exhibiciones de ca de bestiar y de caballos. En una gran pista de doma, 29 caballos y ponys realizaron una gran exhibición que contó con la aceptación del público.

Este año, también se amplió la muestra de coches antiguos. En la edición pasada, sólo se expusieron 4 ó 5 coches y en ésta había más de 20. Una de las novedades más destacadas y celebradas fue la degustación de llet d'ametler, producto típico de Navidad en Marratxí, especialmente en sa Cabaneta, Pòrtol y Pla de Na Tesa. Sa Botiga Nova, de sa Cabaneta, montó un stand, donde fabricaron esta leche para ofrecer una degustación gratuita a los visitantes. El éxito fue total. Se consumieron más de 300 litros de llet d'ametler, fabricada con 40 kilos de almendra. Se calcula que 3.500 personas degustaron esta típica bebida. Este puesto formaba parte de la zona de la feria dedicada a trabajos artesanales. Allí también se pudo contemplar a tejedores, artesanos o trabajadores de la pedra en sec.

Otra novedad fue el montaje de un tren por la asociación mallorquina de ferrocarriles en miniatura. La asociación montó las vías y el tren, y fueron numerosos los niños que hicieron un recorrido con las máquinas.