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Una gran cantidad de gente abarrotó las calles de Pollença para celebrar la Fira. Era tal el número de visitantes que aparcar sobre las doce del mediodía se convirtió en todo un problema.

El Ajuntament, en previsión de todo esto, organizó un fuerte dispositivo policial para dirigir todo el tráfico. Además, se dispuso de un servicio gratuito de bus entre la Fira y la carretera donde se había estacionado. También se colocó un autocar gratuito entre el Moll y Pollença.

Si una cosa sobresalió por encima de la gran cantidad de puestos que había en la Fira, fue la artesanía de calidad. Además, las zonas de Pollença donde había este tipo de productos eran las que estaban más abarrotadas.

Muchos artesanos realizaron muestras en directo de la elaboración de productos tan diferentes como una vasija de cerámica o una cuchara de madera.
Pere Sampol, vicepresidente del Govern; Joan Mesquida, conseller de Hisenda; la consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, y las autoridades locales con la alcaldesa, Francisca Ramon, al frente, pasearon por toda la Fira.

Los políticos se interesaron por la labor de los artesanos y las problemáticas de los diferentes comercios y empresas que presentaron sus productos por las calles de Pollença. Durante el paseo, toparon con un vecino que denunció a las autoridades la mala situación de la depuradora y los vertidos que se estaban realizando al torrente de Sant Jordi.

Por otra parte, desde el Ajuntament, se valoraron muy positivamente la gran cantidad de visitantes que ha tenido la Fira este año. Además, expresaron su intención de reformar la iglesia de Montisión para albergar en la próxima edición artesanía de Menorca.