Un convenio urbanístico permitirá proteger el molí de sang (antiguo
molino de tracción animal) de es Barcarés de Alcúdia en cuya zona
estaba previsto construir una urbanización con seis viviendas.
El proyecto urbanístico inicial preveía la construcción de seis
chalets y una zona deportiva de uso privado de 2.700 metros
cuadrados. El alcalde de Alcúdia, Miquel Ferrer, indicó que «la
idea de una instalación deportiva en esta zona no parecía muy
adecuada, por lo que con el convenio se ha evitado también que se
construyera».
Con el acuerdo urbanístico, los propietarios se comprometen a
ceder 2.450 metros cuadrados para zona verde de uso público, entre
los cuales se hayan incluido dos molinos, el molí de sang que
desaparecía con el primer proyecto urbanístico, y otro molino de
viento que también forma parte de la finca. Los promotores deberán
también proceder a la limpieza de toda la zona verde y reponer la
pared seca de toda la finca y abonarán dos millones de pesetas al
Ajuntament d'Alcúdia para que éste pueda realizar toda la dotación
y embellecimiento necesario para la zona verde.
En contrapartida, los propietarios podrán construir en el resto
de finca, no calificada como zona verde siete chalets, uno más de
los previstos en el primer proyecto.
Ante la posibilidad de que una urbanización pudiera hacer
desaparecer el molí de sang, el Ajuntament inició los trámites para
declarar este elemento como Bien de Interés Cultural (BIC), pero a
la vista de la firma del convenio, merced al cual el molino queda
protegido, el concejal de Patrimonio, Miquel Llompart, ha informado
que se ha paralizado el proceso. Más adelante se intentará
recuperar el molino.
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