El 99 por ciento de los usuarios de la línea Palma-Inca son mallorquines y el Govern quiere atraer a los turistas.

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Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) quiere obtener mayor rentabilidad económica de la línea Palma-Inca. Con este objetivo, el próximo año llevará a cabo una serie de inversiones que permita desarrollar una nueva línea de negocio para la empresa, consistente en la explotación turística de sus infraestructuras. «En el tren de Sóller el 90 por ciento de los viajeros son turistas, mientras que en el tren de Inca el 99 por ciento de los usuarios son mallorquines. Hay 10 millones de turistas que son clientes potenciales del tren», argumenta José Antonio Santos, gerente de la empresa pública.

La idea es que al menos una parte de los turistas que visitan Mallorca utilicen la línea del tren del Inca, «pero para ello hay que hacer el recorrido atractivo». Entre las actuaciones que se proyectan está la confección de una guía con los puntos de interés cultural de cada municipio en que tiene parada el tren, donde, además, se podrían promocionar restaurantes o tiendas de artesanía. Esta guía se proporcionaría juntamente con el billete. También se estudia la creación de bonos para hacer el recorrido en el ferrocarril en dos o tres días.

Además, con la apertura del tren hasta sa Pobla se abre la posibilidad de incluir en estas excursiones turísticas la conexión con núcleos costeros a través del transporte regular.

El siguiente paso será publicitar las excursiones en el tren de Inca. Serveis Ferroviaris de Mallorca ya prevé la creación de una página web e iniciar contactos con los touroperadores turísticos para vender estos recorridos.