Vista panorámica con los terrenos de Son Puça en primer plano.

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El objetivo del colectivo que se opone a la construcción del polígono es mantener Son Puça y Son Angelats con su estética actual y como alternativas propone la búsqueda de solares aislados «menos impactantes» que den solución a la necesidad de crecimiento fuera del casco urbano de algunas empresas locales.

En una reunión informativa celebrada anteanoche, la plataforma antipolígono intentó aportar ideas «ejecutables», como crear una nave en la zona de la cooperativa y otras áreas del valle «con las características arquitectónicas de la ciudad y sin crear grandes impactos». Para los próximos días, la plataforma ha solicitado mantener entrevistas con el PSIB-PSOE y con el vicepresidente del Govern, Pere Sampol, a su vez conseller d'Economia, Comerç i Indústria. Una delegación de la plataforma tiene previsto entrevistarse hoy con la consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, y exponerle el impacto «ecológico y ambiental» que puede implicar la creación del polígono de Son Puça.

Por su parte, la plataforma a favor del polígono de servicios, a la que ya se han adherido unas 35 empresas locales que aglutinan más de 220 empleos de los sectores del transportes, construcción y alimentación, afirma que el polígono es necesario aunque matiza que no tiene ningún interés en que el recinto industrial se construya en Son Puça.

Varios concejales del equipo de gobierno han manifestado a Ultima Hora que el polígono es necesario pero que si no hay consenso de todos los grupos, incluida la oposición, «tal vez sería oportuno replantearse el proyecto». El alcalde, Joan Arbona, afirma que se han dicho «muchas barbaridades» y anuncia que sólo hablará del tema cuando éste haya sido tratado en profundidad. Tomàs Arbona, concejal de Obras, afirma que el polígono es necesario pero no obligatoriamente con el actual diseño.