La construcción del futuro complejo geriátrico prevé que se creen unas 200 plazas para los clientes.

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P. P. A. Miquel Cifre, portavoz del PSOE de Santa Margalida, asegura que tras la construcción del geriátrico privado en Can Picafort se esconde un una operación inmobiliaria importante. El caso es que al otro lado del camino rural que pasa cerca del geriátrico las Normas Subsidiarias de planeamiento urbanístico aprobadas inicialmente Margalida hay un terreno de unos 600.000 metros previsto para la construcción de un campo de golf.

En 1998, cuando se llevó a aprobación la normativa urbanística se plantó la creación de un campo de golf, pero el Ajuntament se negó a que se construyeran 450 plazas turísticas en el recinto. De momento, el proyecto está parado y al otro lado del camino rural se quiere construir un geriátrico con capacidad para unas 200 personas.

Cifre cree que se está engañando al pueblo de Santa Margalida ya que, al final, el complejo que se quiere construir no será para asistencia geriátrica si no para especular. «En el proyecto del geriátrico se incluye una zona de restaurante muy desmesurado y la zona asistencial es pequeña», dice el regidor socialista.

El portavoz del PSOE cree que el delegado municipal de Urbanismo, Félix Estelrich, está firmando temerariamente todo lo que presentan porque sus aspiraciones son ser alcalde. «Lo que tiene que hacer Estelrich es hacer cumplir las licencias y no blanquear los hechos delante de la opinión pública con un convenio de 30 millones», dice Cifre. Además, según el portavoz socialista, en dicho convenio no se pueden incluir las premisas de la licencia de obras de 1996 porque se hizo una nueva autorización en 1999. Unió Mallorquina, en la oposición, pretende impugnar judicialmente esta licencia porque considera que no es correcta.