El equipo de gobierno (UM-PP) aprobó de forma ilegal la nueva
normativa urbanística. Esto implica que, por segunda vez, quede
paralizada la recalificación de los 16.000 metros en la zona
rústica de la Torre de Can Font. El pleno del pasado jueves aprobó
los cambios en la planificación gracias a los cinco regidores
presentes del equipo de gobierno y los cuatro contrarios de la
oposición. La ausencia de la edil popular Apolonia Llull motivó que
no existiera la mayoría absoluta necesaria para tramitar
instrumentos de carácter urbanístico. De hecho, así lo establece
con claridad la ley de base de régimen local en su artículo 47.
Durante el pleno, los Independents, conscientes del fallo ni tan
sólo entraron a criticar las normas y se limitaron a votar en
contra. La mayoría municipal, extrañada de la actitud de la
oposición, votó a favor confiados en que la votación era legal, ya
que así se lo confirmó el secretario municipal. Después de la
sesión el regidor popular Josep Oliver volvió a pedir al secretario
si la votación era correcta. El funcionario, después de consultar
la legislación se retractó y reconoció que el acuerdo no era legal,
ya que no había un mínimo de seis votos favorables. Esto provocó
una reacción de total indignación por parte del regidor que no
escondió su disgusto.
Por otra parte, los Sineuers Independents, conscientes de la
irregularidad, anunciaron después del pleno que impugnarían la
nueva normativa. Ante el temor de que se realizase esta actuación,
el equipo de gobierno explicó que la próxima semana se convocará un
pleno para revocar el acuerdo y adoptar uno nuevo contando con los
votos legales necesarios. En esta sesión también se llevará a
aprobación el convenio urbanístico que regulará la construcción y
posterior venta de las 30 viviendas de la Torre de Can Font.
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