Las obras de restauración del paisaje en el recinto hasta ahora
ocupado por el vertedero de alta densidad de ses Barraques (Calvià)
deberán estar acabadas en su totalidad antes del próximo verano.
«Las obras deberán finalizar antes del 30 de junio de 2001,
exceptuando la regeneración vegetal, que se podrá prolongar hasta
que se considere completada», indicaron ayer fuentes de la
Conselleria de Medi Ambient.
El Consell de Govern aprobó ayer el convenio de colaboración
entre la Administración autonómica y la empresa municipal de
servicios Calvià 2000 para sellar el vertedero que dejó de
funcionar a principios del pasado mes de noviembre. De hecho, los
camiones que recogen las basuras en Calvià comenzaron a llevar los
residuos a la planta incineradora de Son Reus (Palma) hace menos de
dos meses. La inversión total a realizar durante el próximo medio
año será de 221 millones de pesetas, de los que el Govern de les
Illes Balears aportará 106 millones, una parte de los cuales serán
subvencionados con fondos procedentes de la Unión Europea.
El vertedero controlado de ses Barraques ha funcionado
ininterrumpidamente durante once años. En este periodo ha recibido
los residuos sólidos urbanos producidos en Calvià, Andratx,
Estellencs, Banyalbufar, Puigpunyent y Esporles. En esta década
larga, ha recibido unas 500.000 toneladas de basuras que han
ocupado unos 300.000 metros cúbicos.
Pese a que su cierre estaba previsto para mucho antes, los
problemas de saturación del vertedero de Son Reus y la
imposibilidad inicial de incinerar todas las basuras obligó a
prolongar la vida de ses Barraques.
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