La constructora Melchor Mascaró comenzó el pasado jueves el
asfaltado de un tramo de cuatro kilómetros de la carretera C-710,
desde Deià hasta el núcleo de Llucalcari. Las obras debían haberse
iniciado el lunes, pero las fuertes lluvias obligaron a aplazar los
trabajos hasta el jueves en que el firme ya estaba más seco.
El asfaltado de la carretera ha obligado a cortar el tráfico de
la carretera a los vehículos pesados "autocares y camiones" y sólo
se permite el paso a los turismos. Ayer, se registraron pequeñas
retenciones ya que el asfaltado se realizaba en un carril,
originándose pequeñas colas hasta que los operarios permitían el
paso.
La mejora de este tramo de carretera comenzó a ejecutarse en el
mes de noviembre. En este tramo de la carretera, en concreto, el
asfaltado se encontraba muy abombado, haciendo más peligrosa la
vía. La renovación del asfalto era urgente y aprovechando estas
obras se ha ampliado un poco más la carretera en los tramos que ha
sido posible. En esta carretera, como ya se está haciendo en la
mayoría de proyectos viarios, también se utiliza un árido
antideslizante traído de la Península. El coste total de las obras
asciende a 38'6 millones de pesetas.
Los autocares y camiones se deberán desviar, mientras duren las
obras, por el túnel de Sóller, según las indicaciones marcadas por
el Departament de Carreteres. La instalación de la última capa de
rodadura durará aproximadamente 15 días si las lluvias no impiden
los trabajos. De momento, esta es la única actuación que se prevé
en la carretera Deià-Sóller. El proyecto de ampliación de esta
carretera se ha quedado aparcado después de años de polémica sobre
la reforma a ejecutar.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.