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TOMEU GARCIES Los hermanos religiosos Antoni y Josep Cladera Fornés se convirtieron ayer en los dos primeros hijos predilectos de Llubí. El acto se celebró en la ermita del Sant Crist que precisamente los hermanos Cladera se encargaron de construir y ceder a la Iglesia. El templo se llenó hasta arriba de vecinos que quisieron estar presentes en un homenaje en el que no faltaron familiares así como el Consistorio y el obispo de Mallorca, Teodor Úbeda.

El concejal de cultura Antoni Contestí leyó el acuerdo plenario de nombramiento. A continuación el defensor del expediente, Miquel Perelló, realizó un extenso repaso a las biografías de los religiosos que destacaron por su vocación y su labor pastoral. Perelló realizó un especial inciso en como se tomó la decisión de construir una ermita que fue bendecida en 1896. Por su parte el obispo, Teodoro Úbeda, reivindicó el importante papel que tienen las ermitas y los santuarios como centros de espiritualidad y de pregaria.

El alcalde, Francesc Bauzá destacó la necesidad de continuar nombrando más hijos predilectos toda vez que «los que hace un pueblo son sus hijos». Asimismo pidió a los vecinos la revitalización de la actividad y el protagonismo de la ermita. Para cerrar la celebración, se procedió a descubrir un retrato de los hermanos religiosos que estará colgado en la ermita. También se colocará otro igual en la sala municipal de plenos.