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T.G. Con la mirada puesta en el futuro pero recordando el pasado, la Fira d'Alcúdia, celebrada ayer, intentó conjuntar la realidad de un municipio que vive del turismo con una población que no quiere perder sus raíces. Este puente lo ejemplifica la nueva muestra de productos baleares que tuvo una gran aceptación popular.

En la carpa montada en el paseo de Pere Ventayol, al lado de los antiguos carruajes, se pudo degustar y comprar desde galletas y quesos autóctonos hasta leche, aceite o vino.

El eje principal de la Fira volvió a ser el renovado paseo de la Victòria, donde se montaron los puestos de las entidades locales y las principales empresas. En esta zona el Grup Serra estuvo presente con un puesto desde donde se retransmitió un programa especial en directo para Ultima Hora Radio.

La ronda por la feria enlazaba con el colegio Porta des Moll, donde había una amplia representación de artesanos mallorquines que vendían desde cerámica hasta zapatos, pasando por productos alimentarios.

Uno de los espacios donde se congregó un mayor gentío fue en la finca de sa Pilota, lugar en el cual se concentraron los animales, destacando la presencia de caballos, justificando así la gran afición local a estos animales. En el mismo lugar se pudieron ver demostraciones de las antiguas tareas del campo como arar con mula.