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El grupo ecologista GOB ha presentado alegaciones contra el proyecto de crear una piscifactoría en mar abierto, frente a la costa de Cap Blanc (Llucmajor), al considerar que las instalaciones previstas para el engorde de atunes tendrán un elevado impacto ambiental.

El proyecto promovido por la empresa Viveros Marinos de Balears SL, con sede en Murcia, prevé engordar 390 toneladas anuales de atunes capturados en el mar Balear para ser exportados a Japón, donde los atunes adultos alcanzan precios espectaculares durante la época del año en que la captura es difícil. Instalaciones similares ya funcionan en el litoral levantino español.

El proyecto contempla la instalación de cuatro enormes jaulas metálicas sobre una superficie delimitada por un rectángulo de 500x840 metros, frente a es Blanc, donde la profundidad del mar supera los 30 metros. Un proyecto similar también ha sido presentado para engordar doradas en la bahía de Pollença.

El GOB entiende que este negocio es «muy problemático» desde el punto de vista ambiental porque este tipo de instalaciones «provoca importantes impactos sobre el medio natural», motivo por el que ha solicitado a la Direcció General de Pesca del Govern que no autorice esta iniciativa.

Además, los ecologistas recuerdan que el atún es actualmente una especie sobreexplotada que en los últimos años ha visto reducida su población adulta en el 80%. De hecho, a pesar de que cada estado tiene un cupo de capturas, «parece evidente que no se cumplen».