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TOMEU GARCIES Los propietarios de la urbanización del vial de Can Dolç hace más de tres años que esperan que el Ajuntament transforme sus terrenos en solares. Este compromiso fue asumido por el anterior alcalde, Mateu Morro, cuando el Ajuntament de Santa Maria tomó las riendas para urbanizar la zona. Esta decisión se tomó para hacer posible la construcción de la ronda que une las carreteras de Sencelles e Inca para evitar tráfico por el interior del pueblo.

Los propietarios vendieron al Ajuntament parte de sus fincas con esta finalidad a un precio simbólico de 100 pesetas el metro cuadrado. A cambio, debían recibir una parte proporcional al terreno aportado a la junta de compensación ya transformado en solares y contando con todos los servicios. El Ajuntament era el responsable de redactar el plan parcial y acabar de urbanizar toda la zona. En estos años, el vial se ha construido incluyendo la dotación de parte de los servicios, pero aún quedan pendientes obras para acabar la urbanización.

La principal deficiencia es la falta de una completa red de pluviales. En su momento se condenó la antigua acequia de canalización de los huertos de la zona. Así, cada vez que llueve buena parte de los terrenos se inundan. Esta circunstancia ha generado quejas por parte de los dueños que, de hecho, así lo manifestaron públicamente en el último pleno.

Completar la instalación eléctrica, construir las aceras, abrir los viales laterales que conectan con el pueblo o colocar el alumbrado público son algunos de los trabajos que restan por realizar. En estos años, los propietarios no han podido edificar ya que sus propiedades no están reconocidas como solares. Ahora tampoco pueden hacerlo a causa de las moratorias existentes. El equipo de gobierno del PSM reconoce esta situación y ha convocado a todos los afectados la próxima semana para llegar a un acuerdo para ejecutar las obras. En esta reunión se prevé presentar el plan parcial, que ya está redactado.