Los caminos de Cala Pi, Betlem, des Palmer, s'Àguila, sa Caseta y
Establits de s'Àguila han sido reformados y adecuados para la
práctica del ciclismo de ocio no competitivo. Con una inversión de
100 millones de pesetas, financiados por la Conselleria de Turisme
y el Ajuntament de Llucmajor, se ha creado un circuito de 35
kilómetros dirigido a tanto a los aficionados de la Isla y como a
los miles de cicloturistas que desde hace unos años llenan las
carreteras de Mallorca cuando llega la primavera.
El presidente de la Federación Balear de Ciclismo, Mateu Canals,
comentó que este tipo de rutas «mejora la seguridad de los
ciclistas» pero reclamó que para que tengan éxito «se deben
instalar señales de tráfico restrictivas para los vehículos
motorizados», como que sólo pasen los residentes, y que se dé
continuidad por otros municipios.
El alcalde de Llucmajor, Lluc Tomàs, y el conseller de Turisme,
Celestí Alomar, anunciaron que este circuito será ampliado y
conectado con nuevas rutas en los municipios vecinos de Algaida,
Montuïri, Campos y Porreres. Ambos señalaron que esta iniciativa
aprovecha viejos caminos infrautilizados a la vez que «mejora la
oferta complementaria» y contribuye a la diversificación y la
desestacionalización.
Alomar rechazó la idea de adosar carriles-bici a carreteras muy
transitadas, como hizo el anterior Ejecutivo autonómico en la
carretera de Sóller y Orient, al entender que aquella fórmula no
garantiza la seguridad.
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