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LUIS PLANAS La ampliación de la estación depuradora de Consell con el objetivo de dar servicio al municipio de Alaró permitirá que también realice el tratamiento de las aguas residuales de la empresa Lavanderías Diana, que actualmente, según las denuncias de vecinos y ecologistas, se vierten de forma incontrolada al Torrent Solleric.

Esta empresa está obligada por su actividad a realizar un tratamiento de sus aguas residuales antes de ser vertidas al torrente pero según denunció la asociación ecologista Gadma, «estos vertidos se realizan de forma incontrolada y las aguas tienen un carácter tóxico y contaminante».

Gadma ha recogido en los últimos meses casi 3.000 firmas contra las actividades de la empresa y el pasado 27 de octubre convocó una manifestación delante de sus instalaciones «para presionar a la empresa para que haga las inversiones necesarias en tecnología para evitar la contaminación del torrente», explicó su portavoz, Bernat Fiol.

El Ajuntament de Consell, a través de su alcalde Joan Bibiloni, ha sido quien ha hecho la propuesta. Los responsables del Ibasan la han visto factible la ampliación mediante la construcción de un nuevo módulo en la estación, que funciona con un sistema cerrado.

El proyecto a largo plazo del Ibasan y el Ajuntament de Consell es crear en la finca Masnou del municipio una laguna para las aguas depuradas que ahora se vierten en el torrente y aprovecharlas para riego agrícola.