Al Ajuntament de Marratxí no le templó ayer el pulso y se ratificó
en su intención de desclasificar la segunda fase de la urbanización
de es Caülls, proteger como suelo rústico este sector del municipio
junto al Torrent de Coanegra y asumir, si se da el caso, las
indemnizaciones derivadas del cambio de calificación. El acuerdo,
instado por la Comissió Insular d'Urbanisme de Mallorca, que no
quiere saber nada de afrontar posibles indemnizaciones, fue
respaldado por el equipo de gobierno PSOE-Independents de Marratxí
y por PSM y EU, ambos en la oposición. Sólo el PP se opuso a la
propuesta oficial.
El portavoz del PP, Antoni Montilla, calificó de «muy extraño»
que ahora el Ajuntament quiera proteger terrenos y señaló que el
promotor de es Caülls, el Grup Fer, «se siente perseguido» por la
Administración local. El alcalde socialista, Miquel Coll, le pidió
a los populares que se replantearan su voto negativo, recordándoles
que meses atrás apoyaron la protección de es Caülls y que a
instancia suya se han emitido nuevos informes de Secretaría,
Intervención y el área de Urbanismo dando luz verde a la
recalificación urbanística.
Tanto Joan Francesc Canyelles (PSM) como Miquel Rosselló (EU)
alabaron la valentía del equipo de gobierno y denunciaron, el
primero, «las presiones realizadas por UM y el lobby empresarial»,
y, el segundo, «las presiones de los promotores». En el debate
plenario se dio cuenta de un documento remitido por el Grup Fer al
Consistorio advirtiendo que el Ajuntament difícilmente podría
afrontar indemnizaciones milmillonarias.
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