La puesta en funcionamiento al cien por cien de la estación de
transferencia de residuos sólidos de Ponent, ubicada junto al viejo
vertedero municipal de ses Barraques, implicará una importante
reducción en el tránsito pesado entre los municipios de Andratx y
Calvià y la incineradora de Son Reus. Durante la inauguración
oficial de la planta transferidora, la última del plan director en
Mallorca, el conseller de Medi Ambient del Consell de Mallorca,
Miquel Àngel Borràs, señaló que «estas instalaciones permiten
reducir en un 33% la cantidad de camiones que diariamente
transportan residuos sólidos urbanos hasta Son Reus».
La nueva planta puede compactar entre 200 y 250 toneladas
diarias de residuos urbanos que, una vez compactados, se trasladan
a las estaciones de tratamiento de Palma, Bunyola y Marratxí. Así,
en las tres torres destinadas a esta labor se depositan papel y
cartón, envases (plásticos y latas) y materia orgánica. En un
recinto separado se deposita el vidrio y en otro se elabora compost
orgánico. La construcción de la estación de transferencia ha
supuesto una inversión de 450 millones de pesetas, mientras que la
gestión corre a cargo de la empresa Tirme.
Tanto la alcaldesa de Calvià, Margarita Nájera, como la
presidenta del Consell, Maria Antònia Munar, coincidieron en
señalar que con esta estación «se realiza una gestión inteligente»
de los residuos. Los residuos «no son algo que se deba esconder
sino que se tienen que gestionar, son materias primas que deben
servir para crear otros productos», concluyó Borràs.
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