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La comisión de seguimiento del plan de excelencia turística del Port de Sóller decidió ayer dar luz verde a la compra de los terrenos militares del polvorín del Camí des Cingles por parte del Ajuntament para habilitar una zona verde de 21.000 metros cuadrados y un aparcamiento público sobre los 4.000 m2 restantes. Sobre los túneles, aún se estudia qué utilidad se les dará. El coste de esta operación será de unos 260 millones de pesetas.

El conseller de Turisme, Celestí Alomar, acompañado del alcalde de Sóller, Ramon Socias, visitó ayer los terrenos de Defensa y varios edificios del Port en fase de rehabilitación, como es el caso del oratorio de Santa Catalina, que en el futuro será la sede del Museo Naval de Mallorca, o la capilla de Sant Ramon de Penyafort, que acogerá un centro cultural.

Por otra parte, Alomar instó a los empresarios del Port de Sóller a que hagan un esfuerzo en mejorar sus instalaciones e infraestructuras de modo que este destino turístico recupere su propia identidad para presentar «alternativas serias y dignas» al margen de la etiqueta de sol y playa.