La agrupación ecologista Grup d'Amics en Defensa del Medi Ambient
(GADMA) denuncia el «pasotismo» de las instituciones competentes
frente a los problemas de ruido y polvo que ocasiona la fábrica
Valenciana de Cementos, ubicada en Lloseta. Los ecologistas y
asociaciones de vecinos de Lloseta, Binissalem e Inca planean
convocar una macromanifestación contra la contaminación que provoca
el funcionamiento de la empresa.
Gadma critica duramente que desde el Consell de Mallorca, el
Govern balear y el Ajuntament de Lloseta se prometiera, hace dos
años, unas soluciones que «finalmente han quedado en nada». Así, el
portavoz del grupo, Bernat Fiol, asegura que «el Ajuntament de
Lloseta dio en marzo un plazo de tres meses para que se colocaran
filtros en la fábrica, pero desde entonces ha pasado más de medio
año y no se ha hecho nada». Técnicos del Consell de Mallorca
hicieron unos estudios en los que se constataba que las emisiones
de ruido de la fábrica superaban, en un mínimo de 15 decibelios,
las permitidas por la ley, pero su trabajo se quedó en eso.
Por su parte, el Govern del Pacte de Progrés prometió a los
ecologistas un ley más restrictiva para regular las emisiones a la
atmósfera que, dice Fiol, «se quedó en promesa». Las protestas de
ecologistas y vecinos afectados por las emisiones de ruido y polvo
que ocasiona la cementera también llegaron, en 1999, al Defensor
del Pueblo.
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