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R. P. F. Alrededor de diez mil propietarios de fincas rústicas e inmuebles urbanos han presentado ante sus respectivos ayuntamientos los certificados de daños sufridos durante el temporal del pasado mes de noviembre, especialmente violento durante el fin de semana de los días 10 y 11. El plazo de presentación de solicitudes para optar a las ayudas de las Administraciones públicas concluyó anteayer y ayer fue día de recuentos y balances. Además de los expedientes remitidos a los ayuntamientos, los damnificados también podrían presentar sus peticiones ante las conselleries de Interior, Medi Ambient y Agricultura i Pesca del Govern de les Illes Balears.

El municipio en el que más solicitudes de ayuda se han presentado ha sido Felanitx (1.356), seguido de Llucmajor (876), Porreres y Capdepera (700), Pollença (500), Santanyí (479), Artà (400), Son Servera (391) y Sóller (237). El norte de la Isla fue el sector más azotado por la tempestad y en los ayuntamientos de esta comarca se han visto desbordados. En la oficina municipal del Ajuntament de Santa Margalida en Can Picafort se han contabilizado 570 instancias. En Alcúdia, la avalancha de impresos y pruebas documentales fue tal, que los expedientes se han ido remitiendo periódicamente a Palma y no hay un número exacto aunque siempre de «muchos centenares». En Campos, Muro, Algaida y sa Pobla, también muy afectados, ayer aún no tenían cifras exactas.

En es Pla, los municipios con más propietarios que han pedido compensaciones han sido Porreres, Vilafranca (213), Petra (259), Montuïri (91), Santa Eugènia (46), Sencelles (129), Sant Joan (160), Maria (70) y Ariany (60). En la Serra de Tramuntana, la zona más dañada fue Sóller, junto con Calvià (137), Puigpunyent (63), Deià (57), Fornalutx (50), Esporles (125) y Andratx (198). En cambio, los municipios de es Raiguer, poco dañados, han registrado la menor recepción de solicitudes de ayuda. En Marratxí, Binissalem y Consell, apenas una docena. En Santa Maria, 31, y en Inca algo más, 130.