La asociación ecologista GADMA "Grup d'Amics en Defensa del Medi
Ambient" solicita el cierre de la fábrica de grifería Buades,
ubicada junto al núcleo urbano de Binissalem. Los ecologistas han
realizado una encuesta entre los vecinos de la empresa en la que se
expresa el descontento respecto al funcionamiento de la empresa.
GADMA denuncia que la fábrica supone un descenso de la calidad
de vida de sus vecinos. Así, señala que éstos padecen «ruidos las
24 horas del día, olores residuales, tráfico de caminos... y
diversas molestias que deberían de producir en un polígono
industrial, pero jamás en un pueblo».
Asimismo, los ecologistas aseguran que el funcionamiento de la
fábrica supone «el cierre de dos calles» y que ésta «en lugar de
embellecer el acceso principal al núcleo urbano lo afea con una
fachada plagada de cristales sucios y un jardín abandonado y
patético».
Por otra parte, desde GADMA se denuncia que «Buades funcionó
durante cinco años sin ninguna depuradora con la que se filtraran
los vertidos a la red de alcantarillado, de manera que estos
desembocaban en los acuíferos de Can Figuera, donde ahora hay
sedimentos de ácidos corrosivos, mezclados con metales pesados
altamente tóxicos».
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