El sacristán deja el cargo, después de 35 años, al sentirse ofendido por el rector

La decisión del 'escolà major' parece irrevocable («No pienso volver», dice) y el motivo es que el pasado día 16 se sintió «muy ofendido» con el párroco, Pep Toni Guardiola Crespí. «Cinco minutos antes de la misa insinuó (el rector) que podría haberme quedado con 10.000 pesetas que faltaban de una rifa», explica. Le sentó fatal y sigue dolido pese a que por su domicilio han pasado unas 50 personas intentando animarle y que el párroco leyó en público hace unos días una carta de disculpa. El rector dice que le sabe «muy mal» la decisión de Gelabert porque desde que llegó a Andratx ha sido su «soporte» en todas sus tareas. Sin embargo, dice que respetará su decisión.

Sobre el origen de la polémica, Guardiola dice: «De todo corazón, nunca creí que Jaume podría haberse quedado dinero de la parroquia. Para mí, ha sido y es un hombre de confianza. Comprendo que si entendió que le llamaba ladrón se ofrendiera; a mí tampoco me gustaría». «Al contar el dinero de la rifa, ante Vicenç Flexas, faltaron 10.000 pesetas. Así lo comuniqué a Jaume. Mi intención era hacérselo saber, por si él sabía algo de los sucedido y podía dar pistas», explicó, agregando que desea rehacer sus vínculos con Jaume Gelabert.