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LUIS PLANAS Los jóvenes de algunos pueblos de la comarca de es Pla, como Sineu, Maria de la Salut y Montuïri, que cumplen la mayoría de edad y que son conocidos como los quintos, mantienen la tradición en torno a la festividad de los Santos Inocentes de realizar diversas gamberradas para hacerse notar y superar, si cabe, a sus antecesores. Así, algunos adelantaron sus bromas a la madrugada del jueves y sa Plaça y la calle Major de Sineu amanecieron ayer con su espacio cubierto por un corral formado por barreras metálicas y palés dentro del cual se encontraban pequeños corderos y gallinas.

Los jóvenes no se quisieron olvidar de la polémica reforma llevada a cabo este año en sa Plaça y realizaron pintadas en el pavimento en las que se reclamaba la reposición del antiguo cadalso que fue retirado durante las obras de reforma. Aparte de diversas pintadas en paredes y mobiliario urbano del pueblo, otros puntos céntricos fueron objeto de burla. La estatua del ciclista Alomar apareció disfrazada de Papá Noel y el agua de la fuente de la plaza del mercado apareció con un sorprendente color rojo.

Algunos vecinos del pueblo explicaron que estas gamberradas las habían realizado los quintos jóvenes y que, para esta madrugada pasada, se esperaba la actuación de los quintos veteranos. El año pasado, los quintos sineuers realizaron numerosos desperfectos en mobiliario urbano que los responsables municipales calcularon en 400.000 pesetas. Éstos les comunicaron en una reunión a los quintos su intención de presentar una denuncia ante la Delegación de Gobierno si los jóvenes no asumían el coste total de los desperfectos que habían ocasionado.