Los jóvenes de algunos pueblos de la comarca de es Pla, como Sineu,
Maria de la Salut y Montuïri, que cumplen la mayoría de edad y que
son conocidos como los quintos, mantienen la tradición en torno a
la festividad de los Santos Inocentes de realizar diversas
gamberradas para hacerse notar y superar, si cabe, a sus
antecesores. Así, algunos adelantaron sus bromas a la madrugada del
jueves y sa Plaça y la calle Major de Sineu amanecieron ayer con su
espacio cubierto por un corral formado por barreras metálicas y
palés dentro del cual se encontraban pequeños corderos y gallinas.
Los jóvenes no se quisieron olvidar de la polémica reforma
llevada a cabo este año en sa Plaça y realizaron pintadas en el
pavimento en las que se reclamaba la reposición del antiguo cadalso
que fue retirado durante las obras de reforma. Aparte de diversas
pintadas en paredes y mobiliario urbano del pueblo, otros puntos
céntricos fueron objeto de burla. La estatua del ciclista Alomar
apareció disfrazada de Papá Noel y el agua de la fuente de la plaza
del mercado apareció con un sorprendente color rojo.
Algunos vecinos del pueblo explicaron que estas gamberradas las
habían realizado los quintos jóvenes y que, para esta madrugada
pasada, se esperaba la actuación de los quintos veteranos. El año
pasado, los quintos sineuers realizaron numerosos desperfectos en
mobiliario urbano que los responsables municipales calcularon en
400.000 pesetas. Éstos les comunicaron en una reunión a los quintos
su intención de presentar una denuncia ante la Delegación de
Gobierno si los jóvenes no asumían el coste total de los
desperfectos que habían ocasionado.
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