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C. VENY. /M. FUSTER Abortos, depresiones, insomnio, fatiga crónica, cáncer, tumores cerebrales y leucemia infantil son un conjunto de enfermedades que, según investigaciones científicas, podría padecer la población expuesta de forma continuada a niveles de radiación similares a los emitidos por las antenas de telefonía móvil. Precisamente, contra la preocupante proliferación de estas antenas se ha alzado un gran número de vecinos de Manacor. No en vano, el municipio parece un paisaje de antenas, muchas veces, perceptible tan sólo a vista de pájaro.

Alrededor de una decena de antenas instaladas en las terrazas de los edificios más altos de Manacor extienden sus ondas electromagnéticas en todas direcciones. En el último año, centenares de vecinos de Manacor que viven, duermen, trabajan, juegan o estudian bajo el radio de influencia de las antenas no quieren estar de manos cruzadas y exigen al Ajuntament que lleve a cabo una política de precaución sobre este peligro no visible pero que «ataca silenciosamente», han expresado algunos de los vecinos indignados de las zonas más afectadas de la localidad como, Avinguda de Salvador Joan, passeig de Na Camel·la, Baix des Cós, Lleó XIII o la calle Muntaner.

«Nos sentimos totalmente desprotegidos por el Ajuntament, ya que de un día a otro una empresa de telefonía instaló su antena en lo alto del edificio vecino sin tener licencia de obras ni de actividades y como no existe ningún reglamento que regule estos aparatos, tenemos que vivir bajo la amenaza. No obstante, lucharemos para que la quiten», explicaron un grupo de vecinos de la barriada de sa Mora. La zona de Na Camel·la también ha sido víctima de la instalación de una antena. En este caso, los vecinos decidieron poner el tema en manos de un asesor jurídico y han conseguido que la empresa retire la antena del edificio, ante la posible amenaza de tener que llevar el tema ante los tribunales.