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J.J.S/M.V Con el nuevo IVA en la red vial sometida en peajes (del 7 al 16 por ciento), los residentes del Valle de Sóller, todos ellos con derecho a descuento, tienen que pagar 150 pesetas para pasar por el túnel. El peaje se limita al túnel de 3 kilómetros, por lo que el coste es de 50 pesetas por kilómetro. Aunque los residentes son beneficiarios de una bonificación, no hay otro caso en el resto del Estado de coste tan alto por kilómetro en un peaje con túneles significativos. Si hablamos de los no residentes, que serían los verdaderamente comparables con los usuarios de otros peajes del Estado, las diferencias son abismales.

Un no residente que circula por el túnel de Sóller paga ahora casi 200 pesetas por cada kilómetro de los tres de la galería. Cuando se haga la actualización del IPC, los no residentes pagarán más de 600 pesetas, una auténtica barrera psicológica, para atravesar el túnel. Así, la tarifa para turismos más próxima a la de Sóller, pero a mucha distancia, la encontraríamos en el túnel del Cadí (1.390 pesetas), en el Pirineo catalán, con un coste de 46'8 pesetas por kilómetro, sin embargo hay que tener en cuenta que el peaje es de 30 kilómetros y que el famoso túnel tiene 5 kilómetros de largo, dos más que el de Sóller.

El túnel de Vallvidrera, próximo a Barcelona, tiene un coste para el usuario de 26'6 pesetas por kilómetro. En los 16'7 kilómetros del peaje hay 5 túneles que suman 4'5 kilómetros. Vallvidrera presenta la particularidad de tener dos tarifas, una de horas puntas (444 pesetas de 7'30 a 10'30 horas y de 17 a 21 horas) y otra de horas valle (resto de horas, fines de semana y festivos). El túnel de El Garraf, en la costa barcelonesa (Castelldefels, Sitges y El Vendrell), presenta un coste de 18'2 pesetas por kilómetro, diez veces menos que los no residentes a la hora de pagar el peaje del túnel de Sóller.