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El portavoz del grupo municipal del PSM en el Ajuntament de Bunyola, Jaume Conti, y su colega del grupo Entesa d'Independents de Bunyola (EIB), Antoni Colom, presentaron el pasado miércoles ante el registro municipal sus respectivas dimisiones como concejales. Conti la tenía firmada desde día 5 de febrero. Ambas renuncias pueden ser interpretadas como un gesto de cara a formalizar una moción de censura entre PSM, EIB y PSOE para arrebatar la Alcaldía a Miquel Mateu.

Conti manifestó ayer a este periódico que su dimisión, pensada desde hace meses, responde al «cansancio psicológico» de estar en un Ayuntamiento en el que el PP «tiene una actitud muy negativa» Y «está sometido a las consignas de Palma». Sobre la coincidencia con la dimisión de Colom, dijo que es una «feliz coincidencia». En determinados ámbitos políticos se da por hecho que si a principios de esta legislatura y a lo largo de la anterior la oposición de Bunyola no presentó una moción de censura fue sólo porque siempre hubo diferencias personales entre Conti y Colom, precisamente los dos alcaldes anteriores al popular Miquel Mateu.

Fuentes solventes coinciden en que ahora hay más «entendimiento» entre EIB y PSM. En cuanto a si su desaparición del mapa político local facilitará una moción de censura, Conti fue claro: «Estoy desvinculado y no sé nada de una posible moción de censura, pero si mi dimisión sirve para que la situación en el Ajuntament de Bunyola mejore, bienvenida sea».

Pere Joan Sabater, portavoz del PSOE bunyolí, señaló ayer que las dimisiones no son sinónimo de moción de censura «porque detrás (de Colom y Conti) hay dos partidos y si en su día no hubo acuerdo fue porque algún partido no quiso». Sabater indicó que su partido ha intentado ser «árbitro» entre PSM e independientes desde 1995 y que a fecha de ayer él no ha negociado ninguna moción de censura en las últimas semanas. También señaló que a poco más de un año vista de las elecciones tal vez no sea el momento más apropiado pero si se decide presentar una moción de censura ésta no fracasará por culpa de los socialistas: «Por nosotros no quedará».