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Miembros del grupo ecologista GOB localizaron el pasado martes en una finca de Valldemossa el cadáver de un ejemplar de milana «con síntomas evidentes de envenenamiento». Esta milana es uno de los ocho ejemplares nacidos en 2000 y la séptima que ha aparecido muerta. De los cinco ejemplares nacidos en 2001, tres siguen vivos. El GOB ha reclamado a la Conselleria de Medi Ambient, como responsable de la conservación de la fauna salvaje, que adopte una serie de medidas para preservar la conservación de esta ave rapaz en peligro de extinción en la Isla. De hecho, la población reproductora de milana en Mallorca está formada sólo por cinco parejas.

El GOB considera que hay una relación «evidente» entre el uso de venenos y la caza. En este sentido, señala que de las siete milanas encontradas muertas a causa de la ingestión de veneno, cuatro de ellas fueron localizadas en febrero y argumenta que no es una coincidencia: «La temporada de caza concluye en enero, y a partir de febrero los gestores de los cotos preparan el terreno para la próxima temporada». El uso ilegal de veneno tiene por objetivo «eliminar depredadores» como los gatos, martas, ginetas y demás que se alimentan de especies cinegéticas, como los conejos y perdices.

Por otra parte, la Conselleria de Medi Ambient hizo público ayer que guardias forestales de este departamentos y la Guardia Civil han encontrado cebos «presuntamente envenenados» en un coto de caza de Santa Eugènia. Los once cebos de pescados y siete de higos han sido remitidos a un laboratorio para ser analizados. El GOB recuerda que además de provocar un problema ambiental, el uso de veneno en el medio natural es un delito. El pasado año, una persona fue condenada a prisión por colocar veneno en una finca de Alaró. El grupo ecologista ha manifestado que «en la medida en que sea posible» procurará el mismo fin para este tipo de delincuentes.