En la finca de Montblanc se calcula que cayeron más de 2.500 árboles. Foto: L.P.

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LUIS PLANAS Grandes fincas privadas que sufrieron graves pérdidas en los bosques de su propiedad durante los temporales registrados el pasado mes de noviembre, han contratado a profesionales de la Península para poder hacer frente a la limpieza y recogida de los árboles antes de la llegada del verano. «Se trata de gente especializada que conoce el procedimiento técnico a realizar para estas tareas. Vienen de la Península porque en Mallorca no hay un número suficiente de este tipo de trabajadores para hacer frente a todas las actuaciones que se han de realizar», explica Josep Oliver, propietario de una aserradora de Selva, que se encarga de estos trabajos en fincas privadas de Maria de la Salut, Santa Margalida y Llucmajor. Él es quien contacta con estos profesionales para que acudan a trabajar a la Isla.

En la finca de Montblanc, en el término municipal de Maria de la Salut, se calcula que durante los temporales cayeron más de 2.500 árboles por culpa de la acción del viento. Las características del terreno, donde la tierra y las raíces llegan a poca profundidad, ayudaron a que se produjese el desastre. Casi cuatro meses después del temporal, Antonio y su padre, venidos expresamente de la Península, trabajan para retirar de Montblanc los centenares de árboles caídos.

Comenzaron este trabajo a finales del mes de enero pero ven muy difícil acabar antes de Semana Santa, tal y como habían planeado en un principio. «Es un trabajo selectivo que se ha de realizar con cuidado; las ramas y los troncos tienen un tratamiento diferenciado para poder aprovechar finalmente la madera», dice Antonio. Con la ayuda de un tractor y motosierras, separan las ramas de los troncos, que posteriormente son apilados y transportados a la aserradora para obtener la madera.