Una veintena de personas se desplazaron ayer hasta la finca pública
de Menut, en Escorca, para conocer de cerca las instalaciones del
vivero genético, donde existen, en la actualidad, alrededor de
38.000 ejemplares de un total de 53 especies autóctonas diferentes.
Acompañados por monitores, los visitantes pudieron observar la
metodología de trabajo del vivero y aprender a reconocer y
diferenciar las especies más comunes de las Illes Balears.
La Conselleria de Medi Ambient persigue con estas jornadas
«concienciar a los ciudadanos de la necesidad de conservar la
diversidad de nuestra flora autóctona y la conveniencia de utilizar
nuestras plantas autóctonas para jardinería y obra pública». «El
vivero se dedica a la producción de plantaciones autóctonas para
facilitar la repoblación de espacios naturales protegidos, fincas u
obras públicas, y también bosques particulares», explicaban las
monitoras forestales a los visitantes.
Asimismo, en el vivero también se trabaja para preservar ex-situ
especies vegetales amenazadas y producir plantas amenazadas para
planes de recuperación de vegetales amenazados. Durante el
recorrido se explicó a los visitantes de la importancia de utilizar
plantas autóctonas a la hora de crear jardines, ya que de esta
forma se contribuye al ahorro de agua. Al finalizar el itinerario
guiado por la finca, se obsequió a todos los participantes en la
jornada con un pequeño pino o encina, las especies mayoritarias en
el vivero.
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