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Los campistas que cada año durante las fiestas de Semana Santa ocupan los alrededores del Santuari de Lluc han tenido que abandonar la zona a causa del mal tiempo. La imagen que ofrecía ayer la zona habilitada para tiendas de acampada, cercana al campo de fútbol, era poco habitual para esta época del año. A pesar de la lluvia persistente, durante la mañana de ayer una veintena de tiendas continuaban montadas, pero algunas familias, cansadas de convivir entre el barro y los charcos de agua, recogieron sus tiendas y abandonaron el lugar.

Una de las visitantes explicaba que «nosotros nos quedaremos todo el día porque tenemos la esperanza de que el tiempo mejore». La mayor afluencia de campistas se produjo durante el jueves, pero el monasterio de Lluc no ha querido facilitar a este diario el número de peticiones que han recibido estos días. La poca afluencia de campistas no ha provocado problemas de ruido y limpieza como en años pasados. El alcalde de Escorca, Antoni Gómez, afirmó que este año se ha decidido tomar una serie de medidas, como aumentar la seguridad para evitar que se produjeran nuevos incidentes.

«De antemano, conjuntamente con la Conselleria de Medi Ambient decidimos habilitar una zona para acampada cerca de Menut, pero no se ha utilizado a causa del mal tiempo», explicó. Algunos campistas se han quejado del mal estado que presentan los baños y las duchas de la zona cercana al campo de fútbol. Una de las afectadas criticó con dureza que «tengamos que pagar una cuota de tres euros diarios y el santuario no realiza ningún tipo de inversión».