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TOMEU GARCIES La patata poblera conseguirá mantener su cuota de mercado internacional, a pesar del retraso acumulado en la cosecha a causa del temporal de noviembre. Ésta es una de las principales conclusiones iniciales que se pueden realizar de la nueva campaña para la exportación que se acaba de iniciar, con dos semanas de retraso. A pesar de esta noticia positiva, la producción inicial para exportar puede bajar hasta un 20% en relación al año pasado. Este es el balance que hace, Joan Company, gerente de la cooperativa Esplet, cuando sólo se ha sacado de la tierra un 80% de la producción.

Company explica que «el mal tiempo ha retrasado el crecimiento de la planta hasta el punto que, agotado el tiempo de iniciar la cosecha, la patata no se ha desarrollado del todo». Ahora se empiezan a enviar hacia Inglaterra y los países nórdicos los primeros camiones de patatas de la variedad maris pirs. Company explica que ha resultado muy difícil defender el espacio conseguido en los últimos años en el mercado británico, gracias al avance de las cosechas. Este año se ha perdido la práctica totalidad de la cosecha extrapirineca que suponía entre 800 y 1.000 toneladas.

Para mantener la cuota se han enviado, desde diciembre, pequeñas cantidades almacenadas. Ahora, el mercado internacional se encuentra estabilizado y eso favorecerá que los precios se mantengan. Si los precios de la patata son atractivos, el payés no pasará problemas económicos. Y es que son muchos los que han perdido buena parte de la inversión hecha este año a causa del temporal. Este desajuste en la economía del payés se tendría que compensar antes del verano con el pago de las subvenciones prometidas por el Govern por las grandes pérdidas padecidas.