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El Ajuntament de Sóller y numerosos participantes en el Firó han coincidido en la necesidad de adoptar medidas para evitar que se produzcan incidentes que desvirtúan la popular fiesta. Esta reflexión era ayer un denominador común después de que el lunes se produjeran desagradables incidentes. Un numeroso grupo llegó extremo de retener a las autoridades, Ses Valentes Dones y los personajes históricos en la iglesia, antes de iniciar la procesión con la imagen de la virgen.

El alcalde, Ramon Socias, lamentó los hechos porque los heridos «lo fueron al margen del simulacro». Según el batle, los incidentes dañan la imagen del Firó y por eso «una vez pasadas las fiestas, es necesario reunirse con todos los colectivos con el fin de buscar soluciones para que no vuelvan a ocurrir hechos como los de este año». Fuentes de la Guardia Civil indicaron que durante la tarde-noche del lunes tuvieron que ser detenidas varias personas por comportamiento agresivo. En un caso, el detenido había agredido a un agente. En cuanto a los incidentes de la iglesia, el alcalde los calificó de «muy lamentables». De hecho, ayer pidió disculpas a Ses Valentes Dones y sus padres por la triste situación de la jornada anterior.

Socias especificó que el Ajuntament no prohibió el consumo de alcohol, sino que recordó que la ley prohíbe la venta de bebidas alcohólicas a los menores de 16 años. Tampoco ordenó a los bares que cerraran sus puertas, solo indicó que no montaran mostradores en la vía pública. Con las tesis del alcalde coincide la delegada de Fiestas, Aina de la Peña, para quien los incidentes «fueron los típicos de siempre», pero comentó que «ahora es necesario sentarse con todos los colectivos y analizar todo lo acontecido para que en años venideros todo vaya mejor».

La mayoría de las personas consultadas por este periódico coinciden en que los colectivos que organizan el Firó no son los responsables de los incidentes porque la fiesta ha llegado a tal extremo que desborda todas las previsiones. El concejal del PP Miquel Bestard denunció ante la Policía Local a las tres personas que protagonizaron una agresión contra su persona. En el Port, recibió el impacto de un garrote en su rostro, en el transcurso de una discusión entre varios jóvenes y el dueño de un comercio, que recibió el impacto de una botella de cristal en la cabeza.