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Unas quinientas personas celebraron ayer en el santuario de Lluc la Diada de la Familia, que anualmente organiza la delegación diocesana de Familia de la Iglesia de Mallorca.

El Obispo de la Isla, Teodor Úbeda, presidió la misa de celebración a lo largo de la cual se homenajeó a unos 40 matrimonios que durante este año han celebrado las bodas de oro y plata.

Los matrimonios homenajeados renovaron su promesa de matrimonio y recibieron de manos del Obispo un pequeño obsequio, un diploma y una rosa. El objetivo de la Diada de la Familia, que este año se celebró bajo el lema «Creemos en la familia», es «poner de manifiesto la importancia de la institución familiar en nuestra sociedad y facilitar el encuentro de familias cristianas de diversas parroquias de las Islas», explicó el delegado diocesano de Familia, Antoni Perelló, quien precisó que «se trata de un acto dirigido a familias cristianas, sin ningún tipo de cariz político».

La misa, que transcurrió en un ambiente marcadamente festivo, contó con las voces de los blauets de Lluc y actuaciones de ball de bot.