La Agrupación de Taxistas de Calvià planteó anteayer que estaba
dispuesta a aceptar la concesión de 17 licencias dentro de este año
y analizar nuevos permisos dentro de cinco años pero pasada la una
de la madrugada de ayer se levantó la sesión y el equipo de
gobierno no había cedido un ápice. El Ajuntament llegó a ofertar 35
licencias y los taxistas un techo de 25.
Ante la falta de acuerdo, la Comisión Informativa aprobó ayer
por la mañana la inminente concesión de 40 permisos de autotaxi (32
taxis ordinarios y ocho adaptados para minusválidos), tal como
viene defendiendo desde hace dos semanas. Otras trece
autorizaciones serán otorgadas el próximo año. La Administración
local, según admitió la alcaldesa, Margarita Nájera, prevé ingresar
120.200 euros (unos 20 millones de pesetas) por cada nueva
licencias. En total, unos 800 millones de pesetas durante 2002. Los
taxistas se han sentido engañados por el Ajuntament y ayer
decidieron en una asamblea improvisada en el polideportivo de
Magaluf regresar a los paros, la huelga en definitiva, y
radicalizar sus protestas. Los conductores se subieron a sus taxis
para colapsar los tradicionales puntos conflictivos de la red.
Cuando intentaron acceder al aparcamiento del Ajuntament se
encontraron con un espectacular cordón policial que prohibía el
acceso al párking y al interior de la Casa Consistorial. Anoche
había un pleno ordinario y los asistentes tenían que mostrar su
DNI. Del colectivo del taxi, sólo los miembros de la directiva
pudieron acceder al salón de plenos. Mientras, más de 50 agentes de
la Policía Local tenían tomada la Casa de la Vila por orden de
Alcaldía. Por la tarde, hubo un encuentro informal en Puerto
Portals, pero tampoco sirvió para nada. Tanto una parte como otra
han solicitado la mediación de intermediario independientes, pero
ni en eso ha habido consenso.
Los servicios mínimos decretados por el Ajuntament, que obligan
a que un tercio de la flota de 188 coches estén de servicio, no se
cumplen. La emisora de radio privada de los taxis sigue paralizada
«por reformas». El estado de nervios ha llegado a tal extremo que
al menos dos taxistas han precisado atención médica. Primero fue un
conductor que padece una enfermedad cardíaca. Más grave es el caso
de una taxista que asistía a las negociaciones, que tuvo que ser
ingresada y sedada en un centro hospitalario tras sufrir una crisis
nerviosa, indicaron fuentes de los taxistas.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.