El Tribunal Supremo ha anulado dos licencias de obra otorgadas por
el Ajuntament de sa Pobla y que posibilitaron la construcción de 13
adosados en la urbanización de s'Obac.
La primera licencia fue concedida en el año 95 y permitía
edificar siete viviendas en dos parcelas de la urbanización. El año
siguiente, el Ajuntament modificó el permiso permitiendo la
edificación de otras cinco viviendas. Las dos licencias fueron
impugnadas por el GOB, en su momento, considerando que se había
infringido la normativa urbanística municipal.
Esta norma estipulaba que sólo se podía construir una vivienda
unifamiliar aislada en cada parcela. De esta manera, ahora se
confirma la sentencia en el mismo sentido que dictaminó el Tribunal
Superior de les Balears y se desestima el posterior recurso
presentado por el consistorio pobler.
El portavoz del GOB, Miquel Angel March, considera que esta
sentencia comporta importantes consecuencias, como la demolición de
los adosados. También cree que se deben depurar responsabilidades
en el ámbito político. Así, March hace referencia al hecho de que
el regidor de urbanismo, Rafel Munar, aprobase con su voto la
licencia, cuando a la vez era el redactor del proyecto y el
director de obras.
Por su parte el alcalde, Jaume Font, indicó que el Ajuntament
acatará la sentencia y si nos hemos equivocado rectificaremos.
Todos somos humanos». Font mantiene que las licencias se dieron con
los informes favorables de los técnicos y dice que «ni se ha
edificado más de lo permitido ni en un lugar donde no se podía
construir».
El alcalde acusa al GOB de practicar una persecución contra el
municipio de sa Pobla e insta a los ecologistas a dialogar antes de
recurrir a la vía judicial.
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