Antònia Fuente probaba sus instrumentos para el concierto que tenía
que ofrecer horas después con motivo de las Festes de Sant Agustí.
El parque municipal de sa Torre estaba ya lleno de casetas de venta
de bebidas, comida y atracciones de feria. Los focos alumbraban y
dejaban a la vista toda la espectacularidad del nuevo parque. Los
vecinos entraban y observaban la obra. El antiguo parque ha sufrido
un gran cambio.
Despacio, la Policía Local avisó a la gente para que saliera
-tenía que hacerse el acto simbólico de apertura de puertas y
dentro no podía haber nadie- antes de que llegara la comitiva de
autoridades, acompañada por la banda de música. Esto ocurrió
pasadas las nueve de la noche. Con un pequeño error de
organización, la banda y las autoridades entraron por uno de los
accesos laterales y los xeremiers para la por la puerta principal.
Acto seguido, se abrieron las puertas y la gente entró de golpe y
llenó la explanada.
El batle, Miquel Julià (UM), y la delegada encargada del parque,
Miquela Vidal (PSM), fueron los maestros de ceremonia e hicieron
los parlamentos. Después, invitaron a todos los miembros del
Consistorio a participar en la descubierta de la placa
conmemorativa. Acudieron dos concejales del PSOE, Pere Massutí y
Joan Rigo; dos de UM, Joan Caldentey y Maria Adrover, y dos del PP,
Catalina Soler y Rafel Roig, en la oposición. Entre los asistentes,
se comentó la ausencia del teniente de batle, Miquel Riera; del
delegado de Fiestas, Antoni Hernández, ambos del PSOE, y de Pere
Vicens, del PSM.
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