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Electrodomésticos, colchones, bicicletas, muebles y grandes cantidades de chatarra y objetos rotos u obsoletos son depositados, día a día, en numerosos puntos del suelo rústico de la part forana de Mallorca sin que los infractores de la norma que prohíbe tirar basura en zonas no habilitadas para ello sean detectados ni multados. Este hecho es un problema generalizado en numerosas localidades de las comarcas de es Pla y es Raiguer.

Muchos vecinos aprovechan la falta de control existente en las afueras de los núcleos de la part forana para depositar allí los grandes objetos que ya no funcionan, creando pequeños vertederos que dañan gravemente la imagen de su entorno.

Así, el suelo rústico de la Isla registra, semana a semana, una invasión de residuos cuya retirada no puede ser asumida por los ayuntamientos. «Con nuestros medios, es imposible que podamos hacer frente a la retirada de toda la chatarra que nos tiran», explica el alcalde de Sencelles, Josep Aloy (PP). Frente a este problema, el alcalde insta al Consell de Mallorca a buscar, junto a los ayuntamientos, una solución y hace un llamamiento a la población para que denuncie a las personas que vean depositando residuos fuera de los puntos verdes.