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LUIS PLANAS Después de la práctica suspensión de todos los actos al aire libre en la edición del año pasado con motivo de las previsiones meteorológicas de fuertes temporales, la ciudad de Inca quiere recuperar la próxima semana todo el esplendor de la celebración de la considerada como la gran Fira de Mallorca, el Dijous Bo.

Así lo explicó ayer el alcalde de Inca, Pere Rotger, en la presentación de la feria que realizó en el Ajuntament con el edil Joan Rubert. «Después de los hechos del año pasado, los inquers tenemos 'mono' de Dijous Bo, donde siempre se ve un reflejo de nuestro sentimiento de pueblo», dijo Rotger.

Así, el alcalde invitó «a todos los mallorquines a compartir nuestra fiesta» y añadió que «esperamos que entre el miércoles y el jueves lleguen hasta Inca entre 170 y 200 mil visitantes». La gran feria agrícola, artesanal, ganadera, industrial y alimentaria supone para el alcalde de Inca «una perfecta unión entre la tradición y la modernidad» y la calificó como «una gran expresión de mallorquinidad». El alcalde recordó que el Dijous Bo sigue siendo la única gran feria de Mallorca que se celebra en día laborable, a pesar de lo que cuenta con un espectacular número de visitas, una circunstancia que, en opinión del alcalde, sirve por sí misma como garantía de la calidad de la muestra.

Tanto el alcalde Rotger como el concejal Joan Rubert destacaron entre los actos previstos para el Dijous Bo el desfile de moda «Ciutat de la Pell» en el Palacio de Deportes y la puesta en circulación por parte de Correos del sello dedicado al Dijous Bo. La entrada en circulación del sello permitirá, en palabras del alcalde, «internacionalizar la Fira», que de alguna manera llegará a todos los lugares a través del sello. También destacaron el concierto de pop-rock que se celebrará el miércoles.