CATERINA VENY19/11/02 0:00
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Petra protagonizó ayer uno de los episodios más exaltados de su historia reciente: una revuelta de vecinos y propietarios que se lanzaron campo a través con el fin de paralizar la «invasión de nuestras tierras», que consideran que se comete con las obras de desvío del trazado del tren Inca-Manacor. La crispación y división vecinal generada con las obras del ferrocarril a su paso por Petra, llegó ayer a su cota máxima. Una jornada en la que se escucharon insultos y descalificaciones entre las partes enfrentadas, los vecinos en contra del desvío del tren, los contrarios y por medio, Servicios Ferroviarios de Mallorca y la UTE que se encarga de la ejecución.

Unos 40 afectados por las expropiaciones forzosas del proyecto del ferrocarril por el exterior del casco urbano, se plantaron por segundo día ante las máquinas de obras, palas excavadoras y camiones para intentar paralizarlas. Después de horas de lucha y una espera interminable, desde las siete de la mañana hasta pasadas las tres de la tarde, lograron su paralización por un plazo de 48 horas. Sobre las 15:30 horas de la tarde, los manifestantes y Servicios Ferroviarios de Mallorca habían llegado a una tregua.

Durante dos o tres días, las obras estarán paralizadas y no avanzarán hacia las fincas privadas de los expropiados hasta que Delegación de Gobierno adopte una determinación y se pronuncie sobre el conflicto y, en última instancia, si el procedimiento administrativo para iniciarlas ha sido el correcto. «El Govern ha pasado por alto las 1.300 firmas en contra del desvío del tren, así como las 600 alegaciones en contra del proyecto y hasta un referéndum popular que fue claro en su resultado final: la mayoría de vecinos de Petra se oponen al desvío del tren», manifestó ayer el portavoz de la plataforma, Antoni Mascaró.

El mismo portavoz, que también es el secretario general del PSOE de Petra, aprovechó para cargar contra el Govern de les Illes y el Ajuntament de Petra: «El presidente Antich se ha dejado chantajear por una pandilla de irresponsables, como son los del equipo de gobierno del Petra, quienes han querido beneficiar a los suyos para machacar a otros. El alcalde debería ser de todos y no de unos cuantos».